Gran parte de los reclamos que tienen lugar en los procesos licitatorios con recursos del Estado reside en la presunción, y a veces certeza, de manipulaciones en los pliegos de condiciones, desde la parte técnica,  orientadas a eliminar participantes  e incluso a señalar  al ganador.

Además cuando no hay confianza, e incluso habiéndola, los intereses de los concursantes, hacen difícil aceptar ciertos criterios, valoraciones, o exigencias del proceso.

No obstante que normalmente se abren espacios para aclaraciones e incluso peticiones de los interesados en las licitaciones,  no es posible evitar que sobrevivan conjeturas o certezas que conspiran contra la transparencia de estos mecanismos de contratación,  los cuales por su naturaleza, debieran  estar exentos de ventajas indebidas.

Hace algunos años conocimos una experiencia premiada por la CEPAL como experiencia en innovación social con participación de la comunidad, que deseo compartir:

Ver:

http://www.cepal.org/dds/innovacionsocial/e/concurso.htm

Se trata del Observatorio Social de Maringa en Brasil, surgido en el 2006, como una iniciativa de la sociedad civil,  con participación de diversas asociaciones  gremiales,  los Clubes Rotario y de Leones,  y las Universidades, entre otros.

Estas organizaciones desde el año 2004, y como reacción a  enormes defraudaciones a los recursos públicos en ese Municipio, donde se condenaron funcionarios pero no se recuperaron los dineros, fundaron la sociedad éticamente responsable SER,   con el objetivo de  estimular el ejercicio de la ciudadanía, movilizar el trabajo voluntario en acciones de responsabilidad social, educación fiscal,  ambiental, civismo y cultura; así como desarrollar actividades que estimulen el comportamiento ético entre los Maringueses. El Observatorio surge  con la convicción de que era indispensable actuar  de manera preventiva para evitar el desvío y la malversación de los recursos públicos.   Ver:

http://www.cepal.org/dds/innovacionsocial/e/proyectos/br/maringa/
http://observatoriosocialmaringa.org.br/

Con el fin de impedir la corrupción, se da un seguimiento, en tiempo real, a los procesos de licitaciones desde la preparación de los pliegos hasta la conclusión del proceso y la entrega a satisfacción del bien o servicio adquirido.

A partir del 2008 este trabajo se extiende al Concejo de la ciudad, ampliando la acción más allá de las licitaciones, a la supervisión de todos los demás gastos en los que se incurre. Esto hace posible una reducción de gastos en cosas tales como viajes, teléfono, combustible y personal. Se logra una disminución del número de funcionarios nombrados por razones políticas, presionando la realización de concursos públicos para la contratación del personal tanto en el Concejo como en la Municipalidad.

El proyecto cuenta con funcionarios de la organización, capacitadores y voluntarios. Entre otras labores, acompañan los procesos de licitación en las tres fases: la auditoría jurídica, donde se revisan los pliegos, las empresas, las condiciones; la económica o fiscal, que estudia el presupuesto, precios, calidad y cantidad; y, finalmente, la entrega del producto, fase en la cual se asegura la calidad y consistencia según lo solicitado. Para realizar este proceso desarrollaron un programa computacional que permite el seguimiento detallado de cada fase.

El Observatorio Social ha logrado ahorros significativos de recursos públicos. En los nueve primeros meses se ahorraron más de cinco millones de dólares, gracias a la disminución en los precios pagados por medicamentos, automóviles y material escolar, entre otros. Hoy, no es posible calcular la reducción en gastos, dado que ya se ha logrado un cambio cultural frente a los dineros públicos.

La actuación del Observatorio en la prevención de la corrupción, en el incentivo a que todos paguen los impuestos que les corresponde y en la  correcta definición de los gastos públicos es reconocida por las instituciones locales y nacionales. En el 2008, el Observatorio  recibió el Premio FINEP, otorgado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología como uno de los cinco mejores casos de Tecnología Social de Brasil. Actualmente la metodología desarrollada por el Observatorio se utiliza en más de treinta y cinco ciudades en el Brasil.

Si de verdad, queremos salir de malas prácticas, debemos pensar en soluciones como esta.  De sobra está probado, que ni unos ni otros pueden derrotar el flagelo de la corrupción; cuando más, utilizar la denuncia como gancho electoral, y  luego la historia se repite.

Será que somos capaces de salir de la retórica y pasar a la práctica?

Luis Enrique Arango Jiménez

Rector Universidad Tecnológica de Pereira

Presidente Sistema Universitario Estatal SUE