CELEBRACION PRIMEROS 50 AÑOS DE VIDA ACADEMICA Y ADMINISTRATIVA DE LA UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE PEREIRA

1961-2011

Pereira, 1 de marzo de 2011

Hace exactamente 50 años, un primero de marzo como hoy,  en   ceremonia presidida por el Alcalde de la Ciudad Don Emilio Vallejo Restrepo, el Obispo de Pereira Monseñor Baltasar Álvarez Restrepo y el Rector de la Universidad ,  Dr. Jorge Roa Martínez,  tuvo  lugar  el acto  de apertura formal de la Universidad Tecnológica de Pereira.    Tres días después,    con una matrícula  de  66 estudiantes, entre ellos  3 exponentes del género femenino, iniciaba  actividades académicas la Facultad  de  Ingeniería Eléctrica.  Era la coronación del sueño  de un puñado de visionarios, que desafiando las dificultades, habían logrado hacer realidad el proyecto de fundar una Universidad Técnica  en Pereira,  que formara el recurso humano que requería el país para la modernización de su naciente industria,  ofreciendo  titulaciones en diversas especialidades, poco conocidas  para  la  época; pero que  despertaban el entusiasmo de una  sociedad emprendedora y modernizante  que caracterizaba a la Pereira de entonces. Pocos días después, el Consejo Superior de la universidad  autorizó  la apertura de dos facultades más; Ingeniería Industrial e Ingeniería Mecánica

Ya desde el año 1943 se había fundado en Pereira el Instituto Técnico Industrial que ofrecía la formación de expertos en cinco especialidades: Mecánica, Electricidad, Carpintería, Albañilería y Latonería.   Para ello se requería cinco años de estudios después de haber concluido la primaria. Quienes desearan concluir el Bachillerato  Técnico, debían cursar dos años más en el Instituto  Pascual Bravo de Medellín o en el Instituto Técnico Central    de Bogotá. No podía Pereira, ni Manizales  darle  continuidad a los estudios Técnicos. Fue precisamente esa carencia  la  chispa  que incendió el deseo  de crear una  Institución de Estudios Superiores.

En el año 51, el director del Instituto Técnico Industrial, Dr. Juan María Marulanda, llamó la atención del Club Rotario de Pereira y de su Presidente el Dr. Jorge Roa Martínez,  en cuanto a la necesidad   de interesar el Gobierno Nacional en la ampliación y  modernización de los talleres  y además  transformar su  Institución en una de carácter Superior que permitiera formar  en Pereira  un profesional en el campo de las ingenierías.  Ello bastó para que Jorge Roa Martínez, un emprendedor nato, abrazara la idea con fervor y  moviera  cielo y tierra para llevarla a cabo de acuerdo con su  particular visión.

Desde finales de este mismo año  51, se logra que el Concejo Municipal de Pereira  autorice al Alcalde  para donar   terrenos en la Julita  al  Ministerio de Educación Nacional    con destino a la fundación por parte de la Nación del  “Instituto Tecnológico de Pereira- Universidad Industrial”  y la donación era  con cláusula retroactiva.

En el año 53  se firma la escritura y en el año 55,  se crea la Junta Constructora, cuya Junta Directiva quedó integrada de la siguiente forma: Presidente el Obispo de Pereira,  Monseñor  Baltasar Álvarez Restrepo; Vicepresidente el Alcalde de Pereira,   Don Lázaro Nicholls y  secretario Don  Elías López Castaño; a su vez secretario del Instituto Técnico Superior, Institución que ya había sido elevada a la categoría   de Técnico Superior  y formaba Bachilleres  Técnicos.

Se requirieron 10 años para  que el proyecto fuera realidad tangible, desde el punto de vista real, abriendo sus puertas a estudiantes; en el entretanto,  Jorge Roa fue dándole forma y contenido  a la iniciativa, nucleando  a los sectores cívicos,  políticos y religiosos  de la época.  Desfilan  en la historia  Personajes  como  Lazaro Nicholls,  Monseñor Baltasar Álvarez  Restrepo, Guillermo Ángel Ramírez, Camilo Mejía Duque, Hernán Vallejo, Fabio Vásquez Botero, Oscar Vélez Marulanda,  Emiliano Izasa Henao, Ricardo Mejía Isaza, Gustavo Villegas Campo,  y tantos otros que sería imposible mencionar.

Finalmente bajo el Gobierno de Alberto Lleras Camargo,  se expide la Ley 41  del 15 de diciembre de 1958, por medio de la  cual se crea la Universidad Tecnológica de Pereira,  como un homenaje a la ciudad en su primer centenario, que habría de cumplir en el año de 1963.

Roa Martínez,  hombre de una cultura excepcional,  al lado de otros quijotes se entrega a la causa de la Universidad de manera obsesiva;  toca puertas, convence autoridades,  convoca voluntades. Cuando se inicia la etapa constructiva, se involucra de manera personal, cuida los terrenos, siembra arboles, opina sobre todo, incluso,  diseña  el escudo al que le  asigna el lema que será la enseña de  esta Institución: Ciencia y Técnica para  beneficio de la humanidad bajo la tutela de la libertad.

Jorge Roa, visionó la necesidad de formar no solo Ingenieros, sino que habló de formar un recurso humano intermedio que sirviera de mediación entre el obrero calificado  y el Ingeniero en sí.   Así lo explicó de manera magistral en su intervención en la Asamblea de Caldas el 22 de noviembre de 1960, año anterior a la iniciación de labores, ya siendo rector  de la naciente Universidad,  cuando gestionaba una  partida presupuestal para el sostenimiento permanente de la Universidad Tecnológica de Pereira.

“Voy a permitirme informar a la honorable  Asamblea, en qué consiste esta clase de escuelas de grado medio. Se pretende con ellas formar personal intermedio entre el Ingeniero y la sección obrera de cada empresa”. Más adelante   dice, “los ingresantes para carreras medias,  lo mismo que para los estudios de facultad, deberán ser bachilleres, ya sean técnicos o clásicos y someterse a un severo examen de admisión, pero aquellos alumnos que no alcancen el puntaje requerido para ingresar a la Universidad, si llenan determinadas condiciones de conocimientos, vocación y voluntad de trabajo, podrán ocupar las aulas escolares  y en seis semestres  recibir su titulo de técnicos en la especialidad que confiere la escuela y salir a ocupar una posición  bien remunerada y segura en la Industria y ayudar a la productividad nacional”

Esta concepción en la mente de Roa Martínez le abrió paso   a la formación Tecnológica;  en el mes de noviembre del mismo año 61, el Consejo Superior de la Universidad crea el Instituto Politécnico Universitario que inicia labores  en el año 66   formando Auxiliares de  Ingeniería, título que a la postre se  sustituyó por el de tecnólogos.  Fue la Universidad Tecnológica de Pereira la primera en otorgar este título, además  pionera de la formación Tecnológica en Colombia. Cuando se arriba a los 50 años de vida de la Universidad,  conviene  recordar para agradecer a todas aquellas personas  que  contribuyeron  en  el  perfilamiento   académico  y organizacional de la Institución que heredamos, y en nuestro caso,  es imperioso  mencionar  al primer Consejo Superior  conformado por:

Don Emilio Vallejo Restrepo, Alcalde de Pereira; el Dr Emiliano Izasa  Henao, representante del Ministerio de Educación; el Dr. Gustavo Villegas Campo, Representante de la Sociedad Colombiana de Ingenieros y Arquitectos; el Dr Guillermo Ángel  Ramírez, representante de la Andi; el Dr  Rafael Vásquez  Ramírez, representante de  FENALCO; el Presbítero Julio Palacios, representante de la Diócesis de Pereira.; y el propio Dr. Jorge Roa Martínez como Rector.

Y desde el ángulo Académico, hay que mencionar  a   Manuel Caparro Beltrán,  y a  Pablo Oliveros Marmolejo, ambos titulados en los Estados Unidos y    bajo cuya responsabilidad estuvo el arranque;  el primero, Ingeniero Químico de la UIS   y  Máster of Science  en Química de la Universidad de Colorado Estados Unidos    y el segundo Ingeniero Físico de la Universidad de San Ambrosio Iowa. Ambos fueron directivos  y docentes al mismo tiempo,    acompañados en la fase inicial por los siguientes docentes: Eduardo Ignacio David Morales, Dr. en Economía de la Universidad de Paris;  Ervin Leroy Thomas, Ingeniero Civil de la Universidad  de Highland Estados Unidos y   Luis Eduardo González  Arbeláez, Arquitecto  de la Escuela de Minas de la Universidad Nacional de Medellín.

Hay que reconocer la gran influencia de la escuela Norteamericana en los años iniciales; ello explica los estudios Básicos de ingeniería y el sistema de horas crédito  en los que fuimos pioneros en Colombia.

Desde el lado Administrativo Directivo, hay que recordar a Armando Escobar, y Jesús Cerezo; Secretario General y Síndico respectivamente. Asimismo unos meses después  a Julio Marulanda  Buitrago, quien   se convirtió en la mano derecha del Dr. Roa Martínez para variados menesteres administrativos.

A todos ellos  y a quienes no han sido nombrados y se desempeñaron en otras labores, a sus  descendientes,  nuestro agradecimiento imperecedero; quedarán inscritos en la memoria de esta Universidad por siempre.  Solo   dos de los mencionados   sobreviven  físicamente  y como un regalo especial en esta celebración nos acompañan: el Dr.  Luis Eduardo  González Arbeláez y Don Julio Marulanda Buitrago.

Un  poco más adelante,  y en el curso  de los  primeros tres años,  se vincularon como docentes una pléyade  de profesionales  a quienes quiero señalar:  Alfonso Ángel Tello,  Gustavo Flechas,  Juan María Mejía Marulanda,  Mario Davis Echandìa,  James L. Farmer,  Vernon Morice Gibson,  Romeo Massey, Jairo Melo Escobar, José Bettin Diago, Norman Duque Echeverry, Alberto Ilian Robledo, Diógenes Rojas Gómez, Roberto Valencia Patiño,  Ricaurte Murillo Parra, Gamaliel Ospina Ramírez,  Alcibíades Reyes Sequeda,  y Vicente Rodríguez León,  y Jairo  Tabón López.   Va para ellos también nuestro recuerdo y eterna  gratitud.

Otro tanto hay que decir de  los extranjeros que se vincularon  durante los primeros años como docentes,  a través del programa de voluntarios de los cuerpos de paz   de los Estados Unidos, del Consejo de Migraciones Europeas CIME, y   del Consejo Británico;   a quienes hay que agradecerles todo lo que aportaron.

El 17 de abril de 1966 muere el fundador Jorge Roa Martínez, después de una súbita y corta enfermedad. El 20 de mayo de 1966, bajo la rectoría del Dr. Guillermo Ángel Ramírez, quien lo sucedió, y actuando como Secretario Académico, Don Hugo Forero Morales, otro de nuestros inmortales, se gradúan  como Ingenieros Industriales  los primeros siete  estudiantes en la historia  de la Universidad  Tecnológica de Pereira,   ellos fueron:

Oscar Carvajal Pino, Alfonso Giraldo Aristizabal ( QEPD), Famel Gallego Quintero, Humberto Mesa Chavarriaga, Dagoberto Ospina Bolaños, Luis Ernesto Ospina Camargo  y Héctor Reyes Valencia.  Algunos  de ellos nos distinguen hoy con su presencia.

La Universidad Tecnológica de Pereira, a pesar de tener un  acento técnico en su origen, que no ha  perdido en su evolución;   se fue abriendo a otros campos del conocimiento para  transformarse en una Universidad Integral;  así  en el año 65 inicia labores el Instituto Pedagógico Musical que   se dedica primordialmente a la enseñanza musical básica  y a las actividades artísticas bajo el concepto de la extensión Universitaria y que   habría de devenir con el tiempo  en la actual Facultad de Bellas Artes y Humanidades;  en el año 66 abre sus puertas  el ya mencionado Instituto Politécnico Universitario que habría de convertirse  en la Facultad de Tecnologías;   En el mismo año 1966 inicia actividades la Facultad de Educación.

En el año  80 se da aprobación a la Facultad de Medicina que habría de evolucionar  a una facultad de Ciencias de la Salud con variados programas. En  1984  se crea  la Facultad de Ciencias Básicas   que recoge  en general los cuatro primeros semestres  de todas las Ingenierías y  además  La Licenciatura en Matemáticas y Física, y finalmente en la década del  90, se crea  la Facultad de Ciencias Ambientales.  Durante la última década se  organizan algunas de las ingenierías, para crear una    Facultad de  Ingenierías.

Así se completa la actual estructura académica de la universidad, agrupada en 9 grandes facultades, que abrigan los diferentes programas académicos de Pregrado y Postgrado; ellas son:   Facultad de  Ingenierías, Facultad de Ingeniería Mecánica, Facultad de   Ingeniería Industrial,   Facultad de  Tecnología,   Facultad Ciencias de la Educación,   Facultad de Ciencias de la Salud,  Facultad de   Bellas Artes   y Humanidades,  Facultad de  Ciencias Ambientales y  Facultad de Ciencias Básicas.

Todo este desarrollo fue posible   gracias al empuje y dedicación de muchas personas que han integrado una comunidad Universitaria admirable, comandados por un selecto grupo de distinguidos rectores que me han precedido haciendo posible la gloria de esta Universidad; ellos son  en su orden cronológico: Jorge Roa Martínez,  Guillermo Ángel Ramírez, Pablo Oliveros Marmolejo, Bernardo Trejos Arcila,  Samuel Eduardo Salazar Echeverry,  Juan Guillermo Ángel Mejía, Guillermo Guzmán Londoño,  Gabriel Jaime Cardona Orozco,  Ricardo Orozco Restrepo,  Javier Arroyave Ochoa y  Carlos Alberto Ossa Ossa.

A todos ellos en nombre de la sociedad y en el mío  propio  extiendo una voz de agradecimiento; su labor no fue estéril; pese a las dificultades, fueron consolidando una obra   fructífera e inolvidable. Hoy  nos corresponde expresar este agradecimiento de  manera pública.

Lo mismo haremos con algunas personas representativas de los distintos estamentos, a quienes entregamos  hoy  la vocería, ante la imposibilidad de hacerlo con todos y cada uno. Me refiero a las entidades que participaron en la fundación, al  estamento profesoral, al Jubilado y al  egresado, que tanto hicieron  y continúan haciendo por la grandeza de esta Institución y que no podríamos ignorar en la celebración de estos primeros 50 años.

La Universidad que heredamos se ha transformado en los últimos años de manera considerable  en lo cuantitativo y en lo cualitativo; continuamos construyendo a partir de lo construido, con el valioso concurso de una comunidad universitaria noble y  comprometida  de directivos, empleados, docentes, estudiantes, egresados y jubilados.

Hoy tenemos una Universidad  que goza del reconocimiento nacional gracias  a su desarrollo, que se proyecta a generar un mayor impacto en el desarrollo económico y social de la región.

Este gran crecimiento ha requerido dejar atrás posiciones absolutistas con relación a los modelos Universitarios. Debimos avanzar en buscar la eficiencia  en el uso de los recursos, sin menoscabo de la calidad,  pero  enfrentando  las resistencias  propias de todo   cambio.

Demostramos que se puede mejorar trayendo el beneficio a todas las partes, y que crecer no significa atentar contra la calidad,  si ella se cuida debidamente.

Aumentamos los cupos de manera acelerada y  creamos  circunscripciones  especiales  de cupos para minorías sociales y para los Municipios apartados del Departamento de Risaralda. Llegamos a  una matrícula total de 15746 estudiantes en el 2010 y este año superaremos los 16.000 estudiantes.

Estimulamos la formación de alto nivel de los docentes,  y la investigación. Creamos  nuevos programas de pregrado  y de Postgrado, especialmente Maestrías y Doctorados.

Grupos de Investigación Reconocidos por Colciencias 88

Docentes Investigadores activos 347

Estudiantes vinculados a semilleros de investigación  960

Numero de patentes en trámite 7

Numero de patentes otorgadas 2

Dos Incubadoras de empresas en el Campus: Parquesoft  e Incubar Eje Cafetero

Programas ofrecidos: 45 de pregrado, 12 especializaciones,   25 Maestrías y 3 Doctorados.

Matricula Posgrado, 1.112 estudiantes: Doctorado 14,  Maestría 945 y especializaciones 153

Hicimos del Bilingüismo una meta estratégica, quienes ingresan hoy a los programas profesionales, deben cursar  640 horas de Ingles o demostrar una solvencia equivalente al nivel B1- B2 del marco Común Europeo como requisito de grado

Abrimos Ingenierías en horario nocturno para la población que labora venciendo la prevención que ello despertaba.

Incursionamos  en la Formación Técnica, dejando atrás escrúpulos por la formación asociada al trabajo. Trabajamos los ciclos propedéuticos en  algunos programas con la certidumbre de que al conocimiento también se puede acceder por la vía de lo práctico.

Sacamos las ofertas a los sitios remotos; apoyamos la estrategia de los centros regionales de educación Superior CERES. Trabajamos la articulación con los colegios de Educación Media; en el año 2010,  tuvimos  446  estudiantes articulados en Mecatrónica, Agroindustria y  Turismo Sostenible.

Alcanzamos en el 2010 una Matricula  en Pregrado de  14.634  estudiantes, distribuidos así en las modalidades de formación:

855 en programas técnicos, lo que equivale al  (5.84%)

2054 en programas tecnológicos, lo que significa un  (14.04%) y

11.075 en programas profesionales lo que determina un  (80.12 %) de la matricula de pregrado.

El  56.66%  de esta   matricula de pregrado  está representada en los estratos 1 y 2 de la población estudiantil   y  el 86.46 %   en los estratos 1,2 y 3.  Determinando una Universidad eminentemente popular.

Matriculamos   526 Afrocolombianos, y   76  Indígenas.   Somos una Universidad que busca la  inclusión.

Trabajamos un convenio con la Gobernación de Risaralda, el Icetex, las Alcaldías, los transportadores  y la propia Universidad para traer a la Universidad los mejores  estudiantes de los 12  Municipios apartados  de Risaralda.  Ellos son financiados en el transporte, la matricula y  algunos el sostenimiento y además gozan de un acompañamiento especial; mas de 300 estudiantes  reciben estos beneficios. Deben en contraprestación    apoyar sus respectivos municipios en proyectos de desarrollo  durante su proceso de estudios   y  acompañados de tutores.

Hemos  aumentado  en un 500% la matricula de los estudiantes de los Municipios de Risaralda diferentes a Pereira y Dosquebradas,  llegando a superar los 2000 estudiantes.

Enfrentamos la deserción de manera integral con múltiples estrategias  apoyadas en dos observatorios uno  académico y otro social, que diagnostican y hacen seguimientos.

Otorgamos   3722 apoyos socioeconómicos a estudiantes en el 2010; así: 491 bonos alimenticios, 1085 bonos de transporte, 577  subsidios a la matrícula, 1242 monitorias entre académicas y sociales

Quienes reciben beneficios   se forman en elementos básicos de responsabilidad social y participan  en un voluntariado social,   trabajando un número determinado de horas dentro del campus o fuera de él  en programas especiales.

No somos rígidos en materia de la financiación; si bien sabemos que se requieren mayores recursos del Estado  de manera urgente,  para mejorar, seguir avanzando y consolidar lo realizado; no nos  quedamos allí. Siempre que podemos  construir ofertas cofinanciadas lo hacemos. Así por ejemplo, tenemos 3.312 estudiantes de pregrado, que equivalen al 23% de la matricula de pregrado,  pagando matriculas diferenciales  en ofertas de calidad y  estudiando lo que quieren.  Las  hicimos pensando en los que trabajan, pero también  en aquellos que están en condiciones de pagarlas.  En todo caso,  a costos inferiores de los que podría ofrecer el mercado.

No hay nada peor que los extremos; somos conscientes  de la necesidad de encontrar  fuentes de financiación, sin descartar ningún mecanismo que sea viable y promueva la equidad en el acceso;  entre otras cosas,  porque aunque reconocemos que hemos hecho las cosas bien, estamos lejos de lo ideal.    Si nos comparamos  en el plano Internacional es mucho lo que nos falta. No podemos tapar  el sol con las manos.

Hemos procurado trabajar  la Planeación con responsabilidad; nuestro plan de desarrollo esta formulado con resultados,  metas e indicadores;  hacemos gerencia y seguimiento del mismo.

Somos conscientes   que debemos pasar a los resultados de impacto en la sociedad,  para validarnos como una verdadera  Universidad que transforma. Es más, ese es el reto que nos depara el futuro.  Sabemos que mejorar para  nosotros pude ser importante pero no basta.

Hemos procurado articularnos  con el medio y con  los actores sociales; participamos asesorando el actual  Plan de Desarrollo Municipal, hemos participado activamente en procesos como el Plan de Desarrollo Departamental, el  Plan Regional de Competitividad,  el Plan de Ciencia y Tecnología del Departamento,  y los ejercicios de prospectiva del Municipio y el Departamento.  Hacemos parte  la Comisión Regional de Competitividad y de  su comité técnico, hemos asesorado a nivel nacional a otras universidades en temas  relativos a la gestión.

Trabajamos el concepto  de  la Integración Académica  desde la   Red de Universidades Públicas del Eje Cafetero, Alma Mater, buscando potenciar la capacidad de las Universidades de la región a través de esfuerzos conjuntos  en  Investigación,  ofertas de postgrado,   internacionalización,  publicación de libros, participación en ferias y eventos, administración de redes académicas y ofertas académicas, proyectos especiales, etc.  Así mismo, estimulamos la integración regional  ejerciendo la Secretaria Técnica  del proyecto  ecoregión eje del  cafetero, al lado de diversos actores públicos y privados.

Junto a la Red Alma Mater, la Universidad administra dos Megacolegios en Concesión, uno en Tokio y otro en Málaga, cada uno con capacidad de 1500 estudiantes, donde aportamos el modelo educativo desde la Facultad de Ciencias de la Educación,  lo que nos permitirá incidir en  toda la cadena educativa de  formación de los jóvenes en estos sectores desde preescolar hasta grado 11; un reto además de interesante propicio para ponernos a prueba.

Estamos liderando  un proceso de movilización social en la región que busca elevar  la Educación, la Ciencia, la  Tecnología, la Innovación, y el conocimiento  al primer nivel de importancia  como factor para propiciar el desarrollo con equidad social.

En esta tarea estamos trabajando junto a las otras Universidades, a Gobiernos locales, a Corporaciones Públicas, a  partidos  políticos, a  iglesias,  a  Gremios a organizaciones de la sociedad civil, a comunidades, a deportistas, a empresarios, a personalidades  en fin a diversos voceros de la sociedad  para hacer un gran pacto colectivo que trabaje en lo concreto  por  el conocimiento y la calidad de la educación. Nos hemos impuesto preliminarmente ponernos de acuerdo para incidir en las políticas públicas de primera infancia, competitividad,  educación, ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento.

Trabajamos la calidad como un asunto estratégico; ello ha permitido que  tengamos 12 Programas  de pregrado  acreditados de calidad   con el  Consejo Nacional de Acreditación- CNA,   3 más  esperando concepto   y en proceso   6 que ya  cumplen  condiciones.

Además tenemos algunos  programas de postgrado en proceso de autoevaluación  para ser sometidos al    Consejo Nacional de Acreditación, una vez  este  escalo la acreditación de calidad  a los posgrados.

Obtuvimos Acreditación Institucional con el CNA por 7 años  que será renovada en 2012.

Nos certificamos en gestión  con la Norma   ISO 9001  y con la GP 1000, en 21 procesos Administrativos con Bureau Veritas

Acreditamos   con la  Organización Nacional de Acreditación de Colombia,  ONAC,   6 de nuestros laboratorios  y dos organismos de certificación; uno de producto y otro de gestión. Lo que nos permite   ser proveedores de servicios de certificación en  producto,  metrología, calibración, prueba y ensayo.

Ya somos certificadores  en la norma ISO 9001 y en la norma Técnica Colombiana para la Gestión Pública  NTC- GP 1000, al mismo nivel de Icontec, SGS, Bureau Veritas y  otras  certificadoras. Y en el caso de la GP -1000  somos la única entidad Pública autorizada para hacerlo, lo que nos otorga favorabilidad  como proveedores del servicio de acuerdo a la ley. Esperamos dar un gran salto en esta materia brindando servicios a terceros.

Nuestro más reciente avance ha sido  la creación  de la Vicerrectoría de Responsabilidad Social y Bienestar Universitario,  con la que trascendimos el enfoque  tradicional  de bienestar de la comunidad universitaria y la extensión hacia  una visión integral  de sociedad.

No solo procuramos formar profesionales sino personas, seres humanos éticos y responsables, líderes para su sociedad. No solo producimos conocimiento y tecnología sino que procuramos orientar estos avances hacia la construcción de condiciones de sostenibilidad y equilibrio social a escala global.

Esperamos hacerlo bien, y que cuando sea el momento de celebrar los segundos cincuenta años, nuestros sucesores encuentren una sociedad transformada, justa, en equilibrio con el ambiente y fundamentada en un sentido ético. Esa es la sociedad que necesitamos y esa es la Universidad que todos buscamos; una Universidad Responsable.

Desde el lado físico podemos decir  que conservamos,  ampliamos y modernizamos  el Campus Universitario,  incluyendo edificaciones, instalaciones, redes y laboratorios. Nos sentimos orgullosos del  espacio que nos alberga con todo lo que contiene; incluido el Jardín Botánico y el Planetario. Otro gran legado, producto de la visión de los fundadores, que pensaron en grande.

El arte y la cultura no nos han sido extraños; una prueba de ello la verán  este día con el concierto Sinfónico que cerrará esta ceremonia y en las demás actividades culturales que animan esta celebración.

Como todo no puede ser felicidad, debo contarles que la Universidad   Tecnológica de Pereira, tiene un problema mayúsculo. Después de hacer  un rigoroso  estudio estructural de todas las edificaciones  construidas antes de  las nuevas  normas de Sismo Rsistencia, y  a través de consultores especializados,  se encontró  que debemos  intervenir la mayoría  de las edificaciones antiguas, de    manera urgente,  por el riesgo en que se encuentran. Estamos haciendo lo que podemos con nuestros recursos, en pocos días sacaremos de servicio el histórico Galpón como sitio de  comidas y  apelaremos a carpas para atender la emergencia.  El total de las intervenciones ascienden a la suma de 15.000 millones pesos.  Hoy debo pedirle encarecidamente  al Sr Viceministro de Educación, Dr. Javier Botero Álvarez y por su intermedio a la Señora Ministra de Educación, Dra. María Fernanda Campo Saavedra;  que se conviertan en voceros de esta sentida necesidad   ahora que requerimos de la reciprocidad del Gobierno Nacional.

Finalmente  debo hacer un reconocimiento expreso a todos los consejos Superiores y Académicos, a los Vicerrectores, a los  Decanos, a los directivos,  a los secretarios generales, a los directores de programas, a los profesores,  a los funcionarios administrativos, a los empleados, a los estudiantes, a los egresados,   quienes a lo largo de estos 50 años han contribuido a construir esta Universidad, y su reputación  como un patrimonio del eje cafetero y de Colombia.

De manera especial quiero rendir testimonio de gratitud  al Dr. Juan Guillermo  Ángel  Mejía, no solamente en su condición de ex rector y miembro actual del Consejo Superior  sino  como alguien que ha sido parte del alma de esta institución y en quien siempre he encontrado un amigo.

Así mismo,  va nuestra gratitud  a la sociedad Pereirana y  Risaraldense que siempre nos han rodeado  con  su  cariño  en las buenas y en las malas,  a  los  Presidentes, a los ministros,  a los Gobernadores, a los Alcaldes,  a los Parlamentarios, en fin a todos aquellos que han puesto su grano de arena para la grandeza de esta Universidad.

Mis agradecimientos también a todos ustedes que nos halagan con su presencia  y apoyo en  este  día histórico para Pereira y la Región.

Quisiera   que como fruto de esta celebración,  quedara en todos nosotros la certeza  de que hay un futuro  con esperanza;   que cuando se trabaja con  un norte  definido, y  con entusiasmo como lo hicieron nuestros   egregios fundadores y quienes los sucedieron,  se abren nuevos  caminos y se logran los objetivos;  debemos emular la creatividad, la  innovación y la entrega  que nos enseñaron,  ejerciendo  un liderazgo, que sin estar exento de conflictos  y dificultades, se fundamente en los grandes propósitos;  si   ayer fue la Industrialización,  hoy es la creación de una sociedad más justa, equitativa incluyente y sustentable, es decir responsable.

Viva la Universidad Tecnología de Pereira en su primer Cincuentenario de existencia

Muchas gracias.

LUIS ENRIQUE ARANGO JIMENEZ

Rector