El presente proyecto de investigación da cuenta de un proceso de valoración integral de los servicios ecosistémicos prestados por los bosques de guadua en la zona suroccidental del municipio de Pereira, específicamente tomando como caso de estudio la Finca Yarima, a partir de tres dimensiones de valoración: Económica, Sociocultural y Ecológica, enmarcadas en las Ciencias Ambientales. En el contexto de las Ciencias Ambientales, se plantea que estas se caracterizan porque estudian, de manera conjunta, las interrelaciones complejas, dinámicas y constantes, que se establecen entre los ecosistemas y las culturas (Ángel Maya, A. 1993; 1995; 1996). En este orden, el estudio de los ecosistemas tiene que ver con un proceso ininterrumpido que ha forjado una muy fuerte base teórica de explicaciones sobre su funcionamiento, entendidos como tramas complejas de intercambios de materia y flujos de energía reguladas tanto por la influencia de leyes termodinámicas, como por leyes ecosistémicas de equilibrio dinámico espacial y temporal. Es así como a partir de los adelantos de la ecología, se ha podido conocer e interpretar los equilibrios que constituyen la esencia misma de la vida sobre el planeta; mientras que las culturas, relacionadas con las ciencias sociales, explican los procesos adaptativos de los seres humanos a los límites que determinan los ecosistemas. Las relaciones culturales con la naturaleza de la mayor parte de las sociedades occidentales contemporáneas, se entienden actualmente en términos de un modelo en el que el ser humado ha dominado la naturaleza, condición expresada en la idea de progreso, basada fundamentalmente en el crecimiento económico (Carrizosa, 2010).
En este sentido, el desarrollo en el mundo responde a una cultura que se fue centrando y reduciendo a lo económico, en desmedro de otras dimensiones del ser humano, de sus creaciones sociales y de su entorno natural. Así se ha desembocado en crisis ambientales. Hoy es evidente que nada material puede crecer indefinidamente en un medio natural finito, y por lo tanto se deben prever límites al crecimiento y para ello, desde enfoques como la economía ecológica se ofrecen algunas herramientas para definir lineamientos a seguir (Martínez Alier, 1998).
Los estudios científicos muestran que la salud humana, los sistemas ecológicos y los sectores socioeconómicos, vitales para el mantenimiento de la vida, interactuarán de manera distinta según las regiones; en consecuencia es de esperar que reduzcan la capacidad de los ecosistemas para proporcionar bienes y servicios esenciales necesarios para un adecuado desarrollo económico y social. A razón de lo anterior se considera importante estudiar los servicios ecosistémicos que prestan los bosques de guadua, tomando como referencia los factores y variables que los describen y establecer una estructura metodológica de valoración que tenga en cuenta no solo los aspectos económicos sino ecológicos y socioculturales.
En este sentido, se busca encontrar una integración conceptual entre las ciencias naturales y sociales para llenar los vacíos que una u otra presentan en sus métodos, recurriendo a la pluralidad de escalas de medición, a la participación de los actores, a las escalas temporales como factor de medida y al principio de precaución frente al valor intangible de los impactos sobre la naturaleza y la sociedad, teniendo en cuenta que en los bosques de guadua estudiados soportan una alta presión que amenaza su permanencia debido a varios factores: la expansión del tejido urbano hacia zonas rurales, ampliación de la frontera agrícola y el alto potencial turístico de la región; situación que afecta el mantenimiento de las funciones ecosistémicas que prestan. La tendencia es que estos bosques cada vez ocupen menos áreas y sean más fragmentados. Actualmente se encuentran principalmente en áreas marginales a lo largo de ríos y quebradas.